Philippe Desfossés, director del fondo de pensiones ERAFP, ponente en el desayuno organizado por Spainsif y Edmond de Rothschild AM.

Con unos activos gestionados superiores a los 23.000 millones de euros, el fondo de pensiones de los funcionarios franceses tiene en cuenta criterios como el buen gobierno, el cuidado por el medioambiente o el respeto a los derechos humanos a la hora de realizar inversiones.

¿Debería un fondo de pensiones dedicar toda su cartera a la inversión socialmente responsable? Philippe Desfossés, director del fondo de pensiones ERAFP cree que no sólo es posible, sino deseable y rentable: “El rendimiento sostenible es fundamental en nuestra cartera”. Así lo afirmo durante su intervención en el desayuno organizado por Spainsif y Edmond de Rothschild bajo el lema “Haciendo realidad la inversión ISR”.

Desfossés explicó que los objetivos de este fondo de pensiones son tres: preservar el poder adquisitivo a largo plazo de sus beneficiarios, el mantenimiento intergeneracional y mantener una ambiciosa política de inversión socialmente responsable, “por ello, en las decisiones de inversión, siempre nos planteamos si lo hacemos en activos sostenibles”. Esto significa cumplir con una serie de criterios, entre ellos el buen gobierno y la transparencia, el progreso social, el respeto a las leyes y los derechos humanos y el medio ambiente, una política que se aplica tanto en la elección de acciones y bonos corporativos como en la de bonos gubernamentales. Respecto a la importancia del respeto al medio ambiente, Philippe Desfossés afirmó que “vamos hacia un modelo circular de economía donde priman las tres R: reducir, reutilizar y reciclar, y ahí hay muchas oportunidades de inversión”. Creado en 2005, el fondo de pensiones de los funcionarios franceses cuenta en este momento con 4,6 millones de beneficiarios y gestiona activos por valor de más de 23.000 millones de euros.

Por su parte, Sébastien Senegas, head of Spain de Edmond de Rothschild AM, aseguró que “no hay marcha atrás, la ISR está en todas las carteras y alrededor de un tercio de los fondos gestionados en todo el mundo lo hacen”.