La estrategia de la Unión Europea (UE) para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador, presentada en 2010 por la Comisión Europea, tiene como principal objetivo volver a la senda de crecimiento tras la crisis financiera iniciada en 2008 y que a día de hoy sigue teniendo efectos sobre el bienestar de la sociedad europea.
En lo que respecta al sistema financiero, esta estrategia pretende alejarse del corto plazo, el crédito fácil y la asunción de riesgos, promoviendo la transparencia, la estabilidad, la rendición de cuentas y la protección de los consumidores. De esta forma se trata de fortalecer la gobernanza de las instituciones financieras, superando las debilidades de la crisis financiera, sobre todo en el ámbito de los riesgos y la gestión.
Para materializar esta estrategia, el marco regulatorio ha de promover la creación de un mercado financiero sostenible, que se implique con el crecimiento a largo plazo, la rendición de cuentas, la transparencia de la información y los aspectos ambientales, sociales y de buen gobierno.
NO COMMENT