La sostenibilidad se ha convertido en una de las cuestiones más acuciantes de nuestra época. Pero ¿cuáles son sus implicaciones para el futuro de las inversiones? ¿Puede contribuir a promover un mundo en el que tanto el medio ambiente como la humanidad prosperen?
El Estudio Global de Inversión 2021 de Schroders analiza los comportamientos y actitudes de más de 23.000 inversores de todo el mundo.

Los resultados no solo indican que los inversores tienen un mejor entendimiento de lo que implica invertir de forma sostenible, sino también por qué se decantan cada vez más por este tipo de inversión. Si bien a los inversores les gustaría tener más datos y pruebas sobre la rentabilidad de las inversiones sostenibles, quieren priorizar «hacer lo correcto» y conciliarlo con sus motivaciones en cuanto a obtención de beneficios.
Conclusiones, en pocas palabras
- El interés por los fondos de inversión sostenibles ha aumentado desde 2020
- El atractivo de la inversión sostenible se ha incrementado en cinco puntos porcentuales en términos interanuales, a lo que se suma un creciente interés por las cuestiones sociales y medioambientales.
- La pandemia ha acentuado la atención que la mayoría de los inversores presta a las cuestiones de sostenibilidad
- El 55% de los inversores cree que las cuestiones medioambientales son más importantes para ellos que antes de la pandemia. Entretanto, el 57% se muestra más preocupado por las cuestiones sociales que antes de la llegada del COVID-19.
- Los inversores entienden las inversiones sostenibles mejor que nunca
- Tan solo un 6% de los inversores declara no saber qué es un fondo de inversión sostenible, frente a un 11% en 2017. Más del 50% de los inversores define un fondo sostenible como aquel que invierte en empresas con buenas características medioambientales, sociales y de gobernanza, incluso si esas empresas no constituyen la inversión más atractiva.
- A la mayoría de los inversores les parece positiva la idea de invertir únicamente en una cartera sostenible si ofrece el mismo nivel de riesgo y diversificación
- El 57% de los inversores se muestra cómodo con esta posibilidad debido a su deseo de ejercer un impacto positivo.
- Existen diferencias considerables en función de la edad y del nivel de conocimientos de inversión. En términos globales, el 44% del grupo de inversores de más de 71 años ve con buenos ojos esta idea, frente al 60% de los inversores del grupo de entre 18 y 37 años. Por su parte, los inversores con un nivel de conocimientos principiante/básico se situan en un 47%, lo que supone una marcada diferencia con respecto a los de nivel «experto», que se sienten atraídos por esta idea en un 67%.
- Tan solo el 6% de los inversores tiene sensaciones negativas al respecto, principalmente debido a las preocupaciones sobre la rentabilidad.
Los escándalos financieros y las catástrofes medioambientales son las principales causas de desinversión - El 65% de los inversores declara que retiraría su inversión de un fondo en caso de que estallase un escándalo financiero o contable importante. El 60% afirma que retiraría su inversión si se produce una catástrofe relacionada con el cambio climático de la que fuese responsable una de las empresas que tiene en cartera.
- La mayoría de los inversores considera que los Gobiernos son los que más responsabilidad tienen a la hora de mitigar las prácticas no sostenibles
- El 74% de los inversores considera que los Gobiernos y reguladores de los distintos países tienen la responsabilidad de paliar los efectos del cambio climático, mientras que el 53% cree que esta responsabilidad recae sobre los gestores de fondos y los grandes accionistas, lo que representa un incremento de siete puntos porcentuales desde 2020.
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