El “Green Deal” es una nueva visión para un sistema económico sostenible y justo en Europa.

El mundo está lidiando con los efectos de la pandemia de Covid-19, pero la emergencia climática y la crisis de la biodiversidad son tan urgentes como siempre. Solo si podemos proteger mejor la naturaleza y el medio ambiente, seremos a prueba de crisis como sociedad. Esta tiene que ser la directriz central del Green Deal.
El “EU Green Deal” es una nueva visión para un sistema económico sostenible y justo en Europa. Su fortaleza es su enfoque intersectorial e integrador, incluye iniciativas en protección del clima, biodiversidad, conservación de la naturaleza, agricultura, economía del reciclaje, movilidad y un mercado financiero sostenible.
El objetivo es una transformación respetuosa con el clima, sostenible y socialmente justa de nuestra economía y sociedad. A pesar de que la devastadora pandemia de Covid-19 ha enfocado otro desafío, la visión verde para Europa es tan urgente como siempre: nuestra huella ambiental es mucho mayor de lo que es bueno para nuestro planeta.
A pesar de la disminución a corto plazo de las emisiones, las emisiones perjudiciales para el clima permanecen en la atmósfera durante un período de tiempo extremadamente largo y continúan acelerando el calentamiento global. La pérdida de biodiversidad también es dramática: según un informe del Consejo Mundial de Biodiversidad de la ONU, hasta un millón de especies animales y vegetales están en peligro de extinción en todo el mundo.
Al mismo tiempo, reconocidos científicos ambientales han advertido que “la probabilidad de pandemias aumenta en función de la destrucción cada vez mayor de los ecosistemas”.
La dimensión gigantesca de estos problemas ilustra el hecho de que necesitamos un nuevo comienzo económico y social en todos los niveles. En lugar de tratar desesperadamente de volver a los tiempos anteriores a la corona, nuestro objetivo debería ser trascender la crisis hacia una economía diferente y mejor, como, por ejemplo, Frans Timmermans, Comisionado del Clima de la UE, exige.
Y es cierto: debemos cambiar a una versión más ecológica de nuestra economía actual. El Acuerdo Climático de París, los objetivos de biodiversidad de la ONU y un “Acuerdo Verde Europeo” implementado de manera inteligente constituyen el marco adecuado para este desafío.
Un reinicio eco-social
Para lograr una economía justa y sostenible, todos los programas de estímulo económico deben estar alineados con los objetivos de un Acuerdo Verde sólido. Europa tiene que realinearse sin comprometerse con sus objetivos climáticos y ecológicos.
Esa es la única forma en que podemos prepararnos para nuevas crisis futuras y crear un sistema económico resistente. En este punto, es crucial que las inversiones públicas que se han vuelto necesarias a raíz de la pandemia se asignen a las causas correctas y faciliten un reinicio eco-social.
Por ejemplo, la Comisión de la UE debe asegurarse de que su paquete de recuperación planificado no respalde proyectos o sectores económicos que sean perjudiciales para el Acuerdo Verde. Los subsidios perjudiciales para el medio ambiente y el clima, como los del uso de combustibles fósiles, finalmente tienen que convertirse en cosa del pasado. En cambio, se deben destinar más fondos a actividades ambientalmente sostenibles. Esto va de la mano con el fortalecimiento de las normas ambientales y la aplicación coherente de la taxonomía de la UE para las finanzas sostenibles.
Para garantizar un reinicio económico a largo plazo que esté en línea con nuestros objetivos climáticos y ambientales, el fondo de recuperación de la Comisión de la UE debe contener los principales pilares del Acuerdo Verde. Lo que aún necesitamos son pautas obligatorias sobre cómo utilizar los miles de millones de euros que proporciona el presupuesto que tienen en cuenta el clima y la naturaleza.
Desde la perspectiva de la protección del medio ambiente, se deben recalibrar tres criterios importantes:
- El presupuesto de la UE debe contener completamente el llamado principio de “no hacer daño” del Acuerdo Verde. Esto excluye los subsidios estatales y el apoyo a actividades perjudiciales para el medio ambiente, como la industria de los combustibles fósiles, la energía nuclear, los nuevos aeropuertos o autopistas, los vertederos y la incineración de residuos.
- Al menos la mitad del presupuesto de la UE debe destinarse a actividades sostenibles. La transformación de la economía hacia la neutralidad climática y la recuperación de la naturaleza deben ser apoyadas en todos los niveles.
- El uso de la taxonomía de la UE debe hacerse explícitamente obligatorio porque ya es preciso, está fundado científicamente y se basa en los objetivos del Acuerdo Verde.
Más resistencia es el orden del día, por lo que podemos combatir las amenazas de manera más eficiente en el futuro. Si un verdadero Green Deal se convierte en la parte central de la reconstrucción de la economía, creamos no solo una economía más sostenible, sino que también nos convertimos en una sociedad más a prueba de crisis.
La naturaleza y el clima son nuestros medios de vida esenciales que tenemos que proteger mejor por nuestro propio bien en lugar de explotarlos sin pensarlo dos veces. En conclusión, el leitmotiv de los tiempos posteriores a la corona tiene que ser “hacer lo correcto”.
NO COMMENT