La inversión en madera se ha visto favorecida por el crecimiento de las mayores economías del mundo. De hecho, tiende a comportarse bien en tres de cuatro posibles regímenes básicos de crecimiento/inflación, especialmente con crecimiento económico al alza y aumento de inflación, que favorece al sector inmobiliario y los materiales. Además, en los bosques, el valor se va añadiendo con el tiempo, a medida que cada árbol crece, pudiendo elegirse el momento de la cosecha según los precios de los materiales y los productos finales.

Inversión en madera, contribución neta negativa a emisiones de CO2
Según la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, la agricultura industrializada y urbanización han reducido los bosques del mundo en 129 millones de hectáreas los últimos 25 años, una superficie equivalente a la de Sudáfrica y la cantidad de carbono almacenado por los bosques ha disminuido, de manera que en mayo de 2019 la concentración de CO2 en el aire alcanzó 415 partes por millón, la mayor en la historia de la humanidad. Pero las soluciones tecnológicamente complejas de captura y almacenamiento de carbono a gran escala requieren gran coste de instalación y pueden perder hasta 75% del carbono por fugas, mientras que los árboles son más baratos y no filtran el carbono, excepto si se queman. Un joven sauce que crea una biomasa de 75 kg los primeros cinco años captura 140 kg de CO2, lo que compensa la emisión de un vehículo durante 1.000 km.
De hecho solo los bosques en la UE capturan 406 millones de toneladas de CO2 al año. El cosechado y procesamiento de la madera emite 51 millones de toneladas pero 141 millones de toneladas se almacenan en productos terminados basados en la madera. A ello se añade la sustitución de materiales basados en combustibles fósiles y otros recursos minerales y metales, que suponen 410 millones de toneladas de menos emisiones de CO2. Así que la industria forestal en la Unión Europea elimina cerca de 20% de las emisiones de carbono, 4.000 millones de toneladas anuales. Además, a diferencia de los bosques no gestionados, donde los árboles absorben CO2 con un límite, en bosques gestionados de manera sostenible se plantan 3 a 4 árboles por cada árbol maduro cosechado, siendo el efecto acumulado en absorción de CO2 mucho mayor. En cualquier caso, es necesario preservar las áreas de bosque forestal natural.
Pictet Timber es una estrategia temática de inversión en madera dirige capital a empresas con soluciones para algunos de los mayores desafíos medio ambientales, siendo la única temática con contribución neta negativa a emisiones de CO2 en toneladas/por millones de facturación. En cuanto a biodiversidad (extinción de especies) hay que tener en cuenta sus contribuciones al ecosistema de los bosques (hábitat para vida silvestre, protección del suelo y del ciclo del agua). Aunque su uso de tierras es mucho mayor que en el índice mundial hay que tener en cuenta la calidad de tal uso. Además esta inversión ofrece alta exposición en comparación con el índice mundial a objetivos de sostenibilidad de Naciones Unidas, especialmente “acción climática”, “consumo responsable” y “vida en la tierra”. Muchas de estas empresas tienen sus propias tierras de bosques y producen energía hidroeléctrica y eólica, como Holmen y SCA. Incluso un estudio en Alemania muestra que la energía de combustibles fósiles para procesar y transportar madera supone sólo 15% de la cantidad total de energía almacenada en ella.

Nuevas alternativas a productos basados en combustibles fósiles
Adicionalmente actualmente hay que tener en cuenta un nuevo componente de crecimiento, que puede proporcionar un punto de inflexión. Se trata de los biomateriales, capaces de proporcionar alternativas a productos basados en combustibles fósiles. De hecho, gracias a las innovaciones, todo lo que puede hacerse a partir el petróleo se puede hacer con un árbol. Estamos hablando de economía circular, embalaje sostenible, energía renovable basada en biomasa, biomateriales, captura y almacenamiento de carbono y servicios para el ecosistema. Efectivamente, las industrias de la madera han estado los últimos 20 años acometiendo gran cantidad de innovaciones que están alcanzado madurez industrial, transformando el sector, revalorizando tierras madereras y facilitando la monetización de la captura de carbono natural en los bosques.
Es el caso de la construcción. Las viviendas de madera típicamente han sido de dos a tres plantas, pero con la innovación en materiales la madera se está haciendo más fuerte, duradera y tan resistente al fuego como el acero. Es el caso de la madera laminada cruzada en capas, con la que es posible la construcción de edificios de hasta 20 pisos, con estructuras más ligeras, 75% menor uso de carbono que con cemento (cada metro cúbico de madera sustituto de acero o aluminio reduce las emisiones de carbono en un promedio de 0,9 toneladas), más rápidos de erigir y más saludables para vivir y trabajar. Se espera que el mercado de este material crezca anualmente al 15% y se expanda hasta los 2.300 millones de dólares para 2025. Además la madera ahorra energía durante la vida de un edificio, ya que su aislamiento térmico es 15 veces mejor que el hormigón y 400 veces mayor que el acero.
Otro ejemplo destacado es la biorrefinería industrial que se está construyendo la empresa UPM Biochemicals en Leuna, Alemania, prevista para entrar en funcionamiento en 2022. Parte de los residuos de la producción de pulpa para producir biodiesel y nafta, empleables en vehículos diésel. De hecho a partir de madera se puede generar biomateriales para suelas de goma, pinturas y botellas, fibras y rellenos para neumáticos y otras piezas de automóviles, cátodos a base de lignina para baterías (la sueco-finesa Stora Enso ya cuenta con una planta piloto) y viscosa, que tiene 90% menos de agua que el algodón y no genera residuos micro plásticos (como poliéster). Algunas empresas ya fabrican fibras textiles a base de madera resistente al fuego. Por su parte, el mercado de Xylitol, un edulcorante artificial cada vez más popular a partir de fibra de madera refinada, puede llegar a ser de 1.000 millones de dólares para 2023.
Sesgo de “valor”
En cualquier caso la inversión en madera como la entendemos tiene sesgo de valor. Efectivamente, el núcleo de esta inversión, con peso en la cartera del 20 a 30%, son empresas propietarias de bosques de madera gestionados sosteniblemente, en jurisdicciones reguladas que protegen los bosques, como EEUU, Canadá, Europa y Japón. Incluso en Brasil la fuente de producción de papel de plantaciones de eucalipto certificadas y las compañías explotadoras tienen que dejar aparte entre 40 y 50% del área para bosque forestal natural. En conjunto estas compañías propietarias de bosques cotizan con descuentos que llegan a ser de más de 20 % respecto a valor en mercados de capital privado similares.
El caso es que en el mercado financiero la inversión estilo “crecimiento” ha superado a la inversión en “valor” desde 2008 y en Pictet Timber la valoración en relación con el índice mundial MSCI ACWI muestra descuento de hasta 40% por valor empresarial/beneficio bruto de explotación y 30% por precio/valor contable, a pesar de proporcionar 10% de mayor rentabilidad por dividendo. Asumiendo cierta reversión a la media esta estrategia debe comportarse bastante bien en el futuro.
Además el fondo invierte de manera diversificada en toda la cadena de valor de la madera, lo que incluye fabricantes de paneles para construcción y muebles, con peso del 10 al 20% y del 5 a 10% en constructores, fabricantes de pulpa, de envasado, de productos de higiene, así como cero a 5% en empresas industriales.
En comparación con índice mundial sobre pondera materiales y sector inmobiliario, que suma cerca de 75%, pues los propietarios de bosques norteamericanos se clasifican como Real Estate Investment Trust, sociedades de inversión cuyos ingresos provienen principalmente de alquileres de bienes inmobiliarios. También sobrepondera compañías de pequeña capitalización y media capitalización bursátil, estilo “valor” y sensibilidad a variaciones del mercado e infra pondera tamaño, estilo “crecimiento” y sensibilidad a variaciones de los tipos de cambio.
Inversión en madera, revalorización ascendente
Los precios de las tierras de bosques de madera de primera calidad se ha mantenido fuertes y los de productos de madera están de vuelta a niveles récord, con demanda de construcción residencial, reparación y remodelación. De hecho el mercado inmobiliario estadounidense cuenta con una demografía favorable, bajos tipos hipotecarios y renovado interés por un estilo de vida tradicional suburbano frente a la pandemia. Ha habido falta de inversión en el mercado de vivienda en EEUU los últimos diez años. Además los productores de envases y cartón corrugado muestran fuerte demanda desde que la pandemia condujo a la aceleración del comercio electrónico, incluso con preocupaciones sobre capacidad. En cualquier caso la sustitución de plástico en los envases debe proporcionar soporte a largo plazo a los productores de cartón reciclado. Por su parte los mercados de pulpa para impresión y papel se ha estancado durante la pandemia y algunos daños parecen permanentes, pero la demanda para tejido, embalaje y pulpa disuelta se ha acelerado. Varias empresas europeas de papel han anunciado reducciones de capacidad y los precios del papel parecen haber tocado fondo. Además el segmento de higiene se ha beneficiado de los bajos costes de la pulpa y mayor demanda con la pandemia. Finalmente los fabricantes de bienes de capital para la industria del papel y pulpa se benefician de la prohibición de plásticos en China.
El caso es que, desde que se puso en marcha esta inversión se ha visto favorecida por el crecimiento de las mayores economías del mundo. De hecho, tiende a comportarse bien en tres de cuatro posibles regímenes básicos de crecimiento/inflación, especialmente con crecimiento económico al alza y aumento de inflación, que favorece al sector inmobiliario y los materiales. Además, en los bosques, el valor se va añadiendo con el tiempo, a medida que cada árbol crece, pudiendo elegirse el momento de la cosecha según los precios de los materiales y los productos finales.
Mikael Jafs, cogestor de Pictet Timber
Sumario de la conferencia “Madera: la alternativa sostenible a materiales y energía basados en petróleo”
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